En 75 años
En 75 años
Este lunes a partir de las 20:00 en
Israel sonará la sirena durante un minuto para recordar a quiénes han caído en
manos de los que todavía juran destruir a Israel e iniciando Yom Hazikarón. Sin
embargo, en la tarde del martes comenzará también Yom Haatzmaut, donde el
pueblo israelí celebrará su pertenencia e historia a 75 años de una hazaña
histórica: el triunfo contra los ejércitos árabes que se lanzaron a una guerra
de exterminio. El calendario es también un ejemplo de la superación y gesta
histórica del pueblo judío: convivir con la memoria, pero buscando la prosperidad
y la paz por un futuro.
También para quienes no somos
judíos, pero nos interesamos por los asuntos internacionales, la gesta de 1948
no es un evento más en la historia moderna: es uno de los acontecimientos
históricos más importantes, más comentados, pero más incomprendidos y
distorsionados porque de allí se desprenden muchas de las falsas acusaciones
que hoy siguen rigiendo contra Israel.
Existe un muy peligroso coqueteo entre
muchas de las organizaciones internacionales y el islamismo que no sólo aleja
la solución pacífica de los conflictos, sino que también puede, incluso sin
quererlo, ser responsable de la repetición de la historia.
No es casualidad que ante cada
fecha de homenaje y recuerdo en la historiografía israelí, la bravuconada violenta
árabe palestina busque superponer su propia efeméride. En los últimos días,
una fecha emblemática como el recuerdo y homenaje a las víctimas de la Shoá fue
nuevamente superpuesta por el calendario activista palestino que pide por la
liberación de sus presos. Por cierto, como tantas veces, se olvidan de
mencionar que son presos muchas veces buscados o atrapados por la propia
Autoridad Palestina y que enfrentan cargos por homicidio o terrorista contra
civiles israelíes.
Ante falta de una historia propia
resulta imperioso usurpar y modificar la historia de quien perciben como su
enemigo.
En 75 años Israel ha comprendido
que su gesta es comprendida en secreto, pero denostada en público,
especialmente en momentos donde el islamismo gana cada vez mayor influencia en
las capitales europeas y donde las redes sociales se han convertido en ese
escenario sin filtro en donde el activismo árabe palestino se fusiona
abiertamente con los resabios del nazismo y el antisemitismo creando una
tormenta perfecta.
En lo personal, siempre me ha resultado
increíble cómo el discurso fatalista de los palestinos calaba únicamente en los
oídos occidentales y era fuertemente relativizado cuando no ignorado en los orientales.
En 75 años Israel ha demostrado que
una convivencia democrática, pacífica y plural es posible en una región donde
la intolerancia, la persecución y el hostigamiento han sido las constantes
durante muchos siglos. No obstante, que Israel tienda puentes para dialogar
con sus enemigos y buscar la prosperidad, no implicará nunca que el país se
quede inmóvil frente a las amenazas y agresiones directas que provengan desde Gaza,
el Líbano, Siria o Irán.
Una
mayor y mejor cantidad de información, gracias a la evolución tecnológica,
permite conocer (o resignarse a saber) que también hay una versión israelí que
dista y mucho de los clásicos discursos que muchas veces son instalados sin
ningún tipo de raigambre histórica, política o reflejada en datos. El
esclarecimiento de la política exterior de Israel a lo largo de los años ha cumplido
y continúa haciendo un trabajo formidable en desmontar muchas de las mentiras
que se pretenden como verdad y que provocan una ruptura histórica.
En 75 años Israel ha demostrado una
madurez política, arraigada en las lecciones e historias del pueblo judío, para
sentarse en la mesa y conversar con quienes hace siete décadas y media miraron
a los ojos del recién nacido estado proclamado por David Ben-Gurión y juraron
su aniquilación. Israel ha logrado una pacificación con Egipto y Jordania y una
prometedora normalización con países del Golfo y otros por fuera de la región
en el marco de los Acuerdos de Abraham. Hoy, a pesar de las hostilidades,
existe también un Oriente Medio que se está preparando para combinar la
tecnología israelí y los países árabes y afrontar los desafíos del siglo XXI.
Probablemente en
los próximos meses veamos cómo esa normalización llegará a países con mayoría
musulmana frente a los ojos incrédulos de quienes hoy siguen analizando el
Oriente Medio como si no hubieran transcurrido los años.
En
sus 75 años también ha consolidado su atributo tan particular y especial: el del
respeto por la diversidad, la libertad de culto y la tolerancia. Hoy en Israel
conviven un 23% de árabes musulmanes y comunidades no judías que encuentran en
el país el refugio que no encuentran en Irak donde pueden ser aniquilados por
el Estado Islámico; en Siria que pueden sufrir el mismo destino que los más de
400.000 sunitas en manos de los chiitas o en los propios territorios bajo
control palestino donde las comunidades cristianas hoy son fuertemente
perseguidas y expulsadas. Israel es un refugio para las minorías acechadas
en Oriente Medio.
No sin dificultades, en 1948 el renacer del Estado de Israel fue el nuevo comienzo para esa pertenencia que en estos días los israelíes celebrarán. Por muchos años más reforzando todos los pilares que se han construido en 75 años.
Yom Haatzmaut Sameaj. Am Israel Jai.
Comentarios
Publicar un comentario