Triple Frontera: la alianza del terrorismo islámico y el crimen organizado

Soldados de Hezbollah. Fuente: DesarrolloyDefensa.blogspot.com 

La corrupción de los gobiernos y la justicia son aliados del crimen organizado y el terrorismo islámico en América Latina.

Hezbollah: la exportación del terror y la violencia desde Irán

Muchas veces se utiliza como sinónimos al terrorismo internacional y el transnacional pudiendo llevar al error conceptual. El terrorismo en sí es un acto de violencia planificado que busca mayores consecuencias psicológicas y sociales sobre las personas a través del terror que perdurarán por mucho tiempo sobre las víctimas.

Esta planificación del terror se convierte en transnacional cuando existen distintas células operativas de la organización terrorista ubicadas en distintos países y con la posibilidad de concretar su objetivo involucrando a personas de distintas nacionalidades. Por lo tanto, es correcto incluir al terrorismo internacional como parte del terrorismo transnacional pero no como sinónimo: el carácter de internacional es cuando la organización terrorista busca el alcance global, o de un número considerable de países, de ese terror y violencia.

La organización chiita libanesa Hezbollah, también conocida como Partido de Dios, es un claro ejemplo de terrorismo transnacional. Al servicio de la República Islámica de Irán, pero también de Siria, en su proyecto de exportar la revolución desde 1979, se ha establecido en algunas zonas de la capital Beirut, el sur del país y el Valle de Bekaa. El Líbano padece la infiltración de Hezbollah quien se ha constituido como un verdadero estado paralelo que limita la política exterior del gobierno nacional y mantiene una amenaza muy grande contra el Estado de Israel y sus vecinos.

Bandera de Hezbollah. Fuente: mirro.uncyc

Desde su fundación entre 1982 y 1985 como resultado de la guerra civil, le han jurado lealtad al Líder Supremo Jomeini y han logrado una asociación muy cercana por intermedio de las Fuerzas Quds, un cuerpo de elite de la IRGC, en especial con el General Soleimani abatido en enero de 2020. Desde los años de su fundación han recibido el adoctrinamiento no solo religioso sino también ideológico y militar de las fuerzas iraníes. Su actual secretario, Hassan Nasrallah, ha estudiado en la Universidad Qom, una de las instituciones iraníes conocidas por la exportación de la violencia, la judeofobia y la prédica antioccidental.

Son parte del chiismo, una facción del islam que sostiene el liderazgo de Alí Husayn, y fuertemente violentos al pronunciarse contra la existencia del Estado de Israel y del Pueblo Judío. Su faceta terrorista ha sido conocida en varias oportunidades en el Líbano como en el exterior. Luego de iniciar su historial en Beirut con atentados a objetivos americanos y franceses, también adjudicados a la Yihad Islámica, Hezbollah perpetró atentados en distintas partes del mundo siendo los ataques a la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y la AMIA en 1994 los más letales.

El Partido de Dios también tiene representación política y ha logrado obtener considerable cantidad de escaños en el Parlamento. Desde los malos resultados obtenidos en las últimas elecciones, se puede predecir que la agrupación de Nasrallah convocará a la guerra y aumentará la hostilidad contra Israel para desviar la atención de la fuertísima crisis económica que atraviesa el Líbano y donde muchos libaneses, en especial los jóvenes, señalan a la agrupación como responsable de muchos de sus problemas como el desempleo y la violencia.

Hezbolla, por lo tanto, es operativo en cuatro dimensiones: la política, la clientelista-social, la guerrillera y la terrorista transnacional.

 

El financiamiento en la Triple Frontera

    La primera fuente de recursos que Hezbollah posee es de la República Islámica de Irán, un país conocido por patrocinar y sostener grupos terroristas en sus escenarios proxys: Siria o Yemen además del Líbano. Distintas fuentes coinciden en señalar los entre 100 y 300 millones de dólares anuales que el país persa envía a la milicia chiita.

    La segunda fuente de recursos no solo económicos sino también en influencia política es la diáspora libanesa dispersa alrededor del mundo. Millones de libaneses han abandonado sus países desde las décadas de 1970 y 1980 a raíz de las terminales crisis económicas y políticas que la desestabilización de Hezbollah produce en el país. Hezbollah lograría ganar más de 10 millones de dólares al año en concepto de remesas que la diáspora libanesa simpatizante de su causa envía por intermedio de fachadas legales y comerciales que esconden los ilícitos del financiamiento del terrorismo transnacional.

    La Triple Frontera es un punto geográfico que une Argentina, Brasil y Paraguay y donde conviven actividades criminales que Hezbollah utiliza para financiar a su estructura compuesta por un Consejo de la Shura y distintos comités donde la organización planifica su actividad.

Ciudad del Este. Fuente: Yluux. 

Son tres las ciudades que se destacan por su proximidad a la frontera: Ciudad del Este en Paraguay con 312.652 habitantes según datos de la gobernación Alto Paraná; Foz do Iguaçu en Brasil con aproximadamente 200.000 habitantes y una mejor calidad de vida que en Ciudad del Este; y Puerto Iguazú en Argentina con 42.849 habitantes, arrojando más de medio millón de personas viviendo en forma permanente. Sin embargo, la cantidad de personas de paso se multiplica y esto es gracias al tránsito en los puentes de la Amistad, que une Foz y Ciudad del Este y Tancredo Neves que une Puerto y Foz. Las autoridades estiman un tránsito diario de 15.000 vehículos y 40.000 personas al día cruzando entre los tres países.

Es una región con una fuerte presencia de comunidades árabes, especialmente en Ciudad del Este, que son apropiadas por grupos islamistas de Oriente Medio, como Al Qaeda en el pasado y ahora Hezbollah. Estas comunidades, compuestas también por adherentes a la causa terrorista, han servido como base operativa y escondite, o coartadas, para la planificación y concreción de distintos atentados alrededor del mundo.

Ciertamente, hay diferencias entre los objetivos que una organización terrorista cumple y los perseguidos por una organización criminal: para los primeros hay un objetivo político mientras que para los segundos existe un objetivo económico. Sin embargo, El modus operandi de estos grupos es similar en todas aquellas zonas de libre comercio o carentes de regulaciones que son aprovechadas por el crimen organizado y el terrorismo para conformar una verdadera zona gris donde un grupo como Hezbollah puede financiar sus actividades a través del narcotráfico, un gran flagelo en América Latina, o el tráfico de armas. Otros puntos desafiantes a la seguridad regional son la Isla Margarita de Venezuela, Maicao en Colombia o Iquique en Chile.

 

El crimen organizado financia al terrorismo yihadista

Uno de los puntos neurálgicos del crimen organizado en América Latina y el Caribe está en la Triple Frontera. Además de las comunidades árabes, especialmente libanesas, que pueden ser soporte de organizaciones islamistas, existen grupos criminales provenientes de China, Ghana, Libia, Líbano, Rusia, Nigeria, Taiwán o Italia además de las que operan de forma autóctona entre Argentina, Brasil y Paraguay.

El uso de fachadas comerciales lícitas es uno de los rasgos más característicos de Hezbollah en su búsqueda de financiamiento en la Triple Frontera. No solo existen informes de fuerzas de seguridad u organismos de inteligencia, sino que desde el año 2002 existen causas judiciales con ciudadanos de ascendencia libanesa bajo los cargos de financiamiento del terrorismo. Uno de los tantos ha sido el Clan Barakat, liderado por Assad Ahmad Barakat ascendiente libanés de 51 años, con cargos desde el año 2003 cuando fueron decomisados de uno de sus negocios comerciales, ubicados en las ex Galerías Pagé de Ciudad del Este, la considerable cantidad de artículos falsificados cuya venta generaba ganancias que luego eran enviados al Líbano.

    Desde entonces, y tras ser condenado a prisión, el clan ha ganado su reputación como uno de los recaudadores más grandes de la agrupación terrorista libanesa. En el año 2018, tras un trabajo conjunto entre la UIF argentina y agencias americanas, quedaron congelados los bienes y dineros que conectaban al clan con Hezbollah tras detectar movimientos anómalos en recaudaciones de casinos en Puerto Iguazú donde ciudadanos que no eran argentinos habían cobrado más de 11 millones de dólares en concepto de premios que nunca fueron debidamente informados a las autoridades argentinas al atravesar la frontera conforme la legislación vigente.

    A principios de 2021 la cadena de noticias árabe Al-Arabiya, señaló a otro ciudadano de ascendencia libanesa llamado Nasser Abbas Bahmad, radicado en Ciudad del Este, como la cabeza de una organización criminal establecida en 2014 con el objetivo de transportar cargamentos de toneladas de droga camufladas en contenedores de carbón para dirigir a distintos puntos del planeta incluido Beirut. Los aspectos criminales de la Triple Frontera son comúnmente utilizados por terroristas para camuflar sus actividades: lavado de dinero y falsificación de documentos y especialmente de pasaportes.

 

Desestabilizar las democracias

La alianza del terrorismo transnacional yihadista y el crimen organizado pone en peligro a las ya frágiles democracias de América Latina. El 6 de junio de 2022 aterrizó en Argentina el vuelo ESU9218/9 del Boeing 747-3B3(M) realizado por la aeronave YV3531 que había pertenecido a la sancionada aerolínea iraní Mahan Air por sus nexos con el traslado de armas a zonas de guerra de Oriente Medio. Adquirido, supuestamente, por la compañía venezolana Emtrasur, la aeronave llegó a Buenos Aires luego de una estadía en Ciudad del Este donde los tripulantes estuvieron reunidos con criminales y traficantes de droga de Uruguay.

Uno de los tripulantes, Gholamreza Ghasemi, es un iraní perteneciente a las Fuerzas Quds y comandante de los vuelos de carga hacia Siria y el Líbano. Cabe destacar que, para la legislación de Estados Unidos, es ilícito el traspaso de una aeronave de una empresa sancionada a otra ya que se evidencia que buscan evitar las sanciones impuestas.

Según fuentes periodísticas, la aeronave llegó al Aeropuerto Guaraní, Paraguay, el 13 de mayo de 2022 para recoger un cargamento de cigarrillos de la empresa TABESA, perteneciente al grupo Cartes liderado por Hugo Cartes un ex gobernante de Paraguay sancionado por corrupción desde los Estados Unidos, generando la sospecha de las autoridades paraguayas dado que la operación del vuelo era más costosa que el cargamento que tenía destino Aruba.

Resulta fundamental para las autoridades de seguridad e inteligencia el recorrido que la aeronave tuvo en las semanas previas a aterrizar en Buenos Aires: vuelos entre Irán, Venezuela, Paraguay y finalmente Argentina con otra parada en la provincia de Córdoba. Una aeronave tan grande, sin cargamento y con tantos tripulantes.

La corrupción no solo daña la credibilidad de la política y al buen gobierno, sino también que es indispensable para que estos grupos criminales y terroristas operen sin mayores problemas. En Argentina, el Poder Judicial está llevando a cabo una acusación judicial contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y el Ministerio Público ha solicitado en agosto una condena de 12 años de prisión y una inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos. Este hecho estaría resultando de especial interés en Estados Unidos especialmente después de que sancionaran al ex vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, por alta corrupción.

Vicepresidente de Argentina Cristina Fernández con un pedido de condena a 12 años de prisión. Fuente: capuchainformativa.org

La falta de credibilidad y transparencia es también motivo por el que el crimen organizado y el terrorismo se expanden por América Latina: no solo es un fenómeno de Paraguay o Brasil, con el Primeiro Comando da Capital (PCC), sino que también comienza a actuar con cada vez mayor presencia en Argentina y países vecinos.

Por último, también los objetivos políticos de Irán son una amenaza para la región porque permitirían exportar el fundamentalismo islámico iraní hacia países débiles en sus instituciones, con gobiernos fácilmente corrompibles, con un fuerte discurso anti imperialista y también contra Israel y los judíos, como en el caso de dirigentes políticos ligados al movimiento liderado por Cristina Fernández de Kirchner y con antecedentes oscuros como el asesinato del Fiscal Nacional argentino Alberto Natalio Nisman que investigaba el atentado a la AMIA.

 

 

 


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