Afganistán y Gaza: Un nuevo golpe al terrorismo internacional
En el transcurso de los últimos días, el terrorismo internacional sufrió dos golpes a sus principales filiales en Asia y Oriente Medio: el último día de julio fue abatido el número uno de Al Qaeda tras un año de informes que indicaban su escondite en Kabul, la capital afgana, con un posible respaldo de los Talibanes. En la tarde del 5 de agosto, Israel atacó posiciones de la Yihad Islámica en la Franja de Gaza terminando con la vida del número uno de la organización y despertando una oleada de misiles apuntando a los centros urbanos israelíes.
A partir de entonces, la lucha contra el terrorismo caminará, ineludiblemente, por un camino de acción y reacción que deberá contar con el respaldo de los países libres y que están decididos a formar parte de la lucha contra un flagelo global que afecta a todos. Incluso, para quienes no lo alertaron todavía, la complejidad y gravedad del avión aterrizado en Argentina con la tripulación ligada a las Fuerzas Quds de Irán radica justamente en esto: en un Oriente Medio castigado por el terrorismo
Afganistán: ¿La vuelta a los años noventa?
Afganistán está convulsionada tras la baja del número uno de Al Qaeda en uno de los barrios más importantes de Kabul, la capital afgana, por un operativo quirúrgico y milimétrico por parte de la CIA. Ayman Alzawahiri había heredado el liderazgo de Al Qaeda, agrupación terrorista islamista de la facción sunnita, tras la eliminación de Osama Bin Laden en el 2011. Nacido en Egipto en 1951, fue miembro de una familia adinerada y muy bien posicionada lo que le permitió acceder a la carrera de medicina. Desde joven fue parte de milicias islámicas egipcias y tenía un antecedente de detención a sus 15 años cuando fue asociado con la actividad de los Hermanos Musulmanes y cuando años después comenzó a operar para la Yihad. En 1985 dejó Egipto para viajar a Pakistán donde comenzó a trabajar en la asistencia médica de las milicias afganas que luchaban contra las tropas soviéticas entre los que se encontraba el propio Osama Bin Laden con quien comienza a tener una relación muy cercana.
Su rol dentro de Al Qaeda no se limitó a la atención personal sanitaria del líder ni mucho menos, sino que se terminó consolidando como el autor intelectual de los atentados en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Tras firmar la carta fundacional de la organización terrorista en 1998, iniciaron una gran guerra con Occidente que termina consolidando los fatídicos ataques contra los objetivos norteamericanos en suelo nacional. Existen informes que señalan a Al Zawahiri alentando a combatientes islamistas, con frases fuertemente antisemitas y judeófobas, la defensa de la resistencia armada por Palestina y con un discurso fuertemente antioccidental.
El ascenso
dentro de Al Qaeda
Tras la eliminación de Bin Laden y conforme la estructura jerárquica de Al Qaeda, Al Zawahiri heredó el liderazgo de la actividad terrorista y comenzó a operar una red sostenida entre Afganistán y Pakistán. La tarea de Al Zawahiri, quien realmente empieza a tomar protagonismo meses antes de la muerte de su superior, consigue que el grupo sobreviva a la emergencia del Estado Islámico -Daesh- a partir del 2014 y los nuevos escenarios regionales y globales a partir de entonces. La lucha contra el ISIS a partir de ese año significó que no se reportaran, al menos en Occidente, ataques terroristas atribuidos o reclamados por la organización sunnita de Al Qaeda: la lucha de poder entre ambos permite señalar que, hoy en día, tanto uno como otro están en condiciones de volver a emerger y acechar al mundo entero.
Finalmente, Al Zawahiri fue eliminado el último día del mes de julio a las 6:18 hora local de Kabul cuando estaba en el balcón de su escondite y tras el ataque quirúrgico con dos vehículos voladores no tripulados (drones) cargados con misiles Hellfire. No hubo baja civiles, dado que es una zona residencial de la capital afgana y que con él se escondían también su mujer, sus hijos y sus nietos. Los “Flying Ginsu” son los inéditos misiles que cambian explosivos por cuchillas para minimizar las víctimas colaterales, en realidad evitarlas completamente, para eliminar únicamente al objetivo que se persigue. No se han publicado, hasta el momento, imágenes que permitan identificar este tipo de misiles por confidencialidad de Estados Unidos y para no alertar del uso a los objetivos terroristas, pero es un dato interesante que el operativo haya sido ejecutado desde un sillón de alguna base militar de los Estados Unidos. Una precisión quirúrgica para eliminar a quien en vida fuera el representante de Al Qaeda en la zona.
La reacción
de los Talibanes
Desde la toma de Kabul a mediados de 2021 y la bochornosa retirada de las tropas occidentales, Afganistán se transformó en un emblema por el retorno de los Talibanes al poder y por la posibilidad de que el país vuelva a convertirse en el escenario previo a los atentados del 2001 cuando proliferaron las organizaciones terroristas y construyeron un sofisticado engranaje para extenderse alrededor del mundo.
Sin embargo, ni más ni menos que 48 horas después del operativo antiterrorista en la capital, la representación talibán aclaró públicamente que no manejaba información de que Al Zawahiri se encontraba en Kabul y que el operativo de los Estados Unidos había sido violatorio a los Acuerdos de Doha firmados en 2020. La presencia cercana al escondite del líder de Al Qaeda de uno de los líderes militares de los Talibanes, de nombre Haqqani, revive la naturaleza terrorista de la facción afgana dado que hay fuentes que señalan que los talibanes no solo conocían, sino que brindaron también el apoyo a Al Zawahiri. La casa donde él se escondía sería propiedad de Haqqani.
“Estados Unidos sí está obligado a recuperar la iniciativa frente a los actores perturbadores de la paz y estabilidad que, con su financiamiento, acechan al mundo entero”
La eliminación del líder de Al Qaeda en Afganistán permite una serie de dudas y nuevas hipótesis sobre las cuales trabajar: los Acuerdos de Doha declaraban la intención de Estados Unidos de retirar sus tropas a cambio de que los Talibanes cooperaran en la no proliferación de grupos terroristas, en general, pero de Al Qaeda, en particular. Después del operativo sobre Kabul y las posibles implicancias de los Talibanes en el escondite de Al Zawahiri, ¿qué ocurrirá con estos acuerdos? ¿Podrá haber una vuelta de Estados Unidos a Afganistán? A priori, esto es muy poco probable. La situación al interior de la economía norteamericana, las elecciones de noviembre, la invasión rusa y las escaramuzas en el Mar de China hace poco probable que ahora Joe Biden mire, nuevamente, a Asia. Sin embargo, Estados Unidos sí está obligado a recuperar la iniciativa frente a los actores perturbadores de la paz y estabilidad que, con su financiamiento, acechan al mundo entero.
La Yihad Islámica: el nuevo juguete de Irán en Gaza
La política en Oriente Medio está transformándose a
pasos agigantados y esto impacta directamente en los conflictos y la seguridad.
Es un error seguir pensando en clave previa a los Acuerdos de Oslo de la década
de los noventa cuando fue el propio Arafat quien se comprometió a terminar con la
resistencia violenta y reconoció formalmente al Estado de Israel. Hoy los
países árabes y sus casas reales están mirando con cada vez mayor preocupación
la expansión nuclear de la República Islámica de Irán y la precaria situación
en que se encuentran sus escenarios de experimentos bélicos como el Líbano,
Siria o Yemen.
La Yihad Islámica no es un actor nuevo ni mucho menos, simplemente fue Hamas quien mayor protagonismo adquirió en la opinión pública por sus despiadados y cobardes métodos que legitiman la violencia como, lo que ellos definen, legítima para la resistencia. Ambos llevan sus métodos a niveles surrealistas: desde el sometimiento del pueblo palestino hasta la utilización de niños y mujeres como escudos humanos. La Yihad Islámica nació en 1987, mismo año que sus pares de Hamas, es una organización militar mucho más reforzada y especializada en los asuntos militares. Al igual que Hezbollah en el Líbano, la Yihad Islámica es el segundo de los brazos armados de la República Islámica de Irán para la guerra contra Israel y se ha caracterizado por desoír los alto al fuego que han firmado israelíes y la agrupación terrorista Hamas que gobierna Gaza desde 2006.
El 2 de agosto, las Fuerzas de Israel dieron un certero golpe contra el terrorismo en Gaza al arrestar al líder de la Yihad Palestina, Basam Al-Saadi, en Judea y Samaria. Bajo los cargos de haber planificado los atentados que tuvieron lugar en territorio israelí durante los primeros meses del año 2022, las Fuerzas de Defensa de Israel procedieron a su detención en Jenin evitando así una alianza pactada previamente entre la Yihad Islámica Palestina, Hamas y otras facciones más pequeñas para unir fuerzas dentro de Israel. No hay que olvidar que los atentados en Israel terminaron con la vida de once personas e hirieron a otras nueve. Entre los cargos para fundamentar la detención es que Al-Saadi articulaba la conexión con Irán y promovía el pago de 300 dólares por cada atentado exitoso, es decir con israelíes muertos, y otros 100 dólares por ataque fallido.
Inmediatamente después de la detención, se produjeron una serie de enfrentamientos por el rechazo de los pobladores palestinos en Jenin y porque la captura de Al-Saadi implica la posibilidad de que se quiebre, junto a otros, y puedan aportar información valiosa para propinar nuevos golpes a la estructura de la Yihad Islámica.
Estado de alerta y amenazas terroristas
Como suele suceder, la reacción a la acción de las Fuerzas de Defensa de Israel se traduce en una seguidilla de amenazas, retóricas fuertemente antisemitas y judeófobas que buscan no solo la eliminación del Estado de Israel, borrando su derecho a la existencia, sino que plantea la eliminación de la propia Comunidad Judía. Reiteradas amenazas del uso de misiles desde Gaza, contando con antecedentes claros del pasado, motivaron a que durante la tarde del 5 de agosto las Fuerzas de Defensa de Israel iniciaran la operación antiterrorista dentro de la Franja de Gaza llamada como alot HaShajar, Amanecer en español, para repeler únicamente objetivos terroristas de la Yihad Islámica.
“El antecedente más próximo nos remonta a 2019 cuando, tras una operación antiterrorista de las Fuerzas de Defensa de Israel, lograron terminar con la vida de Baha Abu al Bata quien fuera entonces el líder de la Yihad Islámica”
Durante las primeras horas lograron ubicar y eliminar a Tayseer al Jabari quien fuera el líder militar de la organización. Aunque Hamas se ha pronunciado con su conocida retórica antijudía, hasta el momento no ha participado en el lanzamiento de los más de cien misiles que han sido lanzados desde Gaza hasta Israel en horas de la noche del 6 de agosto. El antecedente más próximo nos remonta a 2019 cuando, tras una operación antiterrorista de las Fuerzas de Defensa de Israel, lograron terminar con la vida de Baha Abu al Bata quien fuera entonces el líder de la Yihad Islámica y abriendo un enfrentamiento de dos días con 34 terroristas abatidos y más de cien heridos. No hay que olvidar la conocida táctica de utilizar a mujeres y niños como escudos humanos y así acrecentar el número de víctimas civiles que luego son replicadas por medios de comunicación.
Afganistán está a un paso de convertirse otra vez en un agujero negro donde montar una estructura criminal y terrorista que podrá expandir sus células o bien despertar a las que se encuentren dormidas. Israel, en estos momentos en que estas líneas se escriben, tiene las zonas aledañas a Gaza bajo señal de alerta y esperando noches tensas como las de 2019 o 2021. La lucha contra el terrorismo internacional se conforma como un deber y una necesidad frente a organizaciones que siguen acechando y que cuentan con el respaldo suficiente como para actuar.
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