La estafa de los mapas verdes
Una
composición inteligentemente presentada para embaucar a los desprevenidos y
vender el buzón de la Palestina Histórica y la ascendencia milenaria: un país
en verde (Palestina) que fue fagocitado desde adentro por un invasor en blanco
(Israel), barriendo con miles de años de historia e instalando un cruel mensaje
en el que el Estado Judío es como un germen que ha destruido a los palestinos. Nada
dista más de la realidad que todo lo anterior.
Los mapas son como una caja de
sorpresa: la imagen siguiente es tan o más inexacta que la anterior. Hace falta
solamente viajar al pasado y bucear en la historia y los datos, dos de las
cosas que generan fobia en el acumulado de gente que utiliza esos mapas, para
hablar del conflicto palestino-israelí y entender que nunca existió ocupación
porque nunca existió algo llamado Palestina.
Este es uno de los elementos
centrales por los cuales es erróneo, como también de mala fe, pretender
compararlos con la tragedia que están sufriendo los ucranianos desde 2014
cuando Vladimir Putin comenzó a desmembrar su territorio: Ucrania, desde hace
muchos años ya, es un país soberano e independiente.
En primer lugar, los palestinos como
pueblo y causa, nacieron en 1964 tras la fundación de la OLP luego de una
reunión en Alejandría entre Arafat y Nasser, ex presidente de Egipto. A menos
que el egipcio Yassir Arafat haya sido el descendiente no reconocido de alguna
especie de tiranosaurio (lo cual hablaría de la ascendencia egipcia y no
palestina, pero para el caso es lo mismo), lo cierto es que la palabra palestinos
no se conoció hasta el año 135 durante el Imperio Romano cuando Adriano la
empleó para eliminar Judea y Samaria tras los levantamientos. Esto sería mucho
tiempo antes de las invasiones árabes a Jerusalén allá por el siglo VII.
Los palestinos no
son descendientes de los filisteos porque ellos eran cretenses, es decir, indo
europeos. Una vez caído el Imperio Romano de Occidente en 476, el comercio del
Mediterráneo unía muchos de los puntos entre lo que son hoy los territorios de
Europa y Medio Oriente, pero la cultura cretense era muy fácil de distinguir y
no tenía absolutamente nada que ver con la de los palestinos.
Con la toma de Constantinopla y la
consolidación del Imperio Otomano, entre 1517 y 1917 gran parte del territorio
que consideran la Palestina Histórica quedó con un rango menor al de provincia
no autonómica, es decir, que no tuvo autonomía ni económica ni mucho menos
política. Los otomanos tuvieron por más de cuatrocientos años la posibilidad
de recrear esa supuesta tierra milenaria…pero no lo han hecho.
El 29 de noviembre de 1947 la
historia de Medio Oriente abría un nuevo capítulo: la exitosa formación del
estado de Israel pudo haber sido también acompañada de la exitosa creación de
un estado árabe, lo que hubiera ahorrado siete décadas y media de muertos y
heridos. Una decisión que no fue de improviso, sino que tuvo la antesala de
la Comisión Peel en 1937 que habló de la partición de Palestina en dos estados
y la Comisión Woodhed un año después que recomendó, ni más ni menos, la
creación de un estado judío en los territorios con mayor población judía.
Los árabes solo optaron por la
guerra de exterminio y expulsar a los judíos al mar mientras se llenaban los
campos de aparentes refugiados. En 1947 la ONU votó por la partición y un año
después los judíos pusieron manos a la obra para tener su estado…¿Pero qué
había pasado con los árabes? A pesar de estar preparando la ofensiva contra el
reciente estado israelí, el entonces Reino de Transjordania recibió el 90% del
territorio y dio lugar a que dos años después anexara Cisjordania. Egipto hizo
lo propio en la Franja de Gaza.
¿Cuántos reclamos de soberanía,
llamamientos a la libertad del pueblo palestino y lamentos cinematográficos
existieron entre 1948 y 1967 cuando ese espacio percibido como Palestina quedó
manos árabes? Cero. Nadie en el mundo árabe hablaba de ocupación, destierro
ni limpieza étnica…eso vendría a partir de la creación de la OLP.
Después de la Guerra de los Seis
Días en 1967 y de la expulsión de los judíos de Jerusalén en 1948, Israel logró
recuperar el control de Judea y Samaria (Cisjordania) como parte del frente
jordano y de la Franja de Gaza como parte del egipcio. De esta forma, ese pueblo
perdido de los palestinos lograba, gracias a Israel y después con los Acuerdos
de Oslo, la autonomía que no había tenido nunca.
La causa palestina, su reclamo y copetín
nació en 1964 con la creación de la OLP, Organización para la Libertad Palestina.
Antes de 1948 y desde el nacimiento del Estado de Israel hasta la Guerra de los
Seis Días la causa palestina ocupaba en el mundo árabe el mismo interés, con el
mayor de los respetos, que puede generar en quien escribe unas elecciones
municipales en algún rincón del planeta.
Los mapas verdes, además de una
falta de respeto al intelecto, son una manipulación flagrante de la historia.
Nunca existió una entidad independiente llamada Palestina y no existe ni
existirá una ocupación de su territorio, aunque hoy en las universidades se
siga intentando explicar la realidad de Medio Oriente con esos mismos mapas
verdes.
Otra estafa del copetín palestino.
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