Gaza: el precio de la causa y el dinero de Hamas
Tratar
sobre la corrupción y el desmanejo de los fondos que llegan a los territorios
bajo control palestino llevaría para un tiempo muy largo, pero vamos a
organizar un poco el tema: vamos a comenzar por Hamas, la Yihad Islámica
Palestina y la Franja de Gaza, el laboratorio de todo lo que no puede ser nunca
un estado palestino.
Otra
aclaración previa que corresponde es desmentir eso de que la Franja de Gaza es
una enorme villa miseria, lo correcto es hablar de un territorio que sufre
lo propio gracias a que hace 18 años asaltó el poder una organización
terrorista. Sin embargo, las bonanzas de Gaza existen en manos de Hamas.
En
2017 la revista Forbes anunció un ranking de las 10 organizaciones terroristas
más ricas de todo el mundo y allí se encontraba, para sorpresa de muchos
(increíblemente) Hamas ocupando el tercer lugar. El primero lo ocupó Hezbollah,
la agrupación financiada por Irán y que se conforma como su guerra proxy más
cercana. Es decir, mientras la UNRWA denunciaba que los palestinos vivían un
estado de apartheid y eran objeto de las peores miserias, Hamas guardaba en
2017 más de 700 millones de dólares en sus bancos, además de los costosos
túneles, las bases de misiles y los jets privados.
Mientras
aumentaba la presión mediática e internacional para enviar dinero a los
palestinos, los líderes de Hamas estaban muy cómodos hablando de apartheid y
ocupación desde las playas de Doha o los hoteles de Ankara. Vamos con algo de
historia reciente sobre Gaza.
El
laboratorio de Hamas
En
2005 Israel se retiró de forma unilateral de la Franja de Gaza dejando así su
control en manos de la Autoridad Palestina. Unos meses después, la cosa
cambiaría para mal. Al ganar Hamas las elecciones la Gaza, el control quedaba
entonces para quienes se oponían al manejo de la Autoridad Palestina y abría
una lucha que hoy todavía aumenta: entre disparos, ejecuciones y redadas, la
organización terrorista de Hamas se apoderó del territorio.
Es
importante destacar también que los palestinos no tienen un liderazgo único,
sino que entre todos están esperando el momento (que probablemente sea la
muerte de Mahmoud Abbas que ya tiene 87 años) para sacarse los ojos. Aquí entra
Hamas, la Yihad Palestina, AP, Fatah y otros clanes que actualmente se disputan
poder en Gaza.
La
Franja de Gaza, a escasísimos kilómetros del territorio israelí, quedaba así
bajo el mando de una agrupación terrorista que tenía como su objetivo la
destrucción y el aniquilamiento de los judíos y que creían en el terrorismo
como la forma para conseguirlo.
En
estos días donde los ataques en Jerusalén dejaron fatales saldos en víctimas
mortales, en Gaza también se da la clásica repartija de dulces y fuegos
artificiales para celebrar el asesinato de israelíes. Gaza es, lamentablemente,
la mejor muestra de lo que sería un estado palestino. En estos 18 años que
transcurrieron desde la retirada israelí, Hamas logró amasar enormes cantidades
de recursos de distintas fuentes: la primera es la UNRWA, la curiosa y
extravagante agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos junto su
presión mediática.
La
agencia tiene algo bastante curioso: les da a los palestinos un favoritismo que
no tiene ningún otro refugiado en el mundo. Aunque existan muchos en Siria,
Ucrania o Venezuela, la ONU desde 1949 destinó una enorme cantidad de recursos
para los interminables refugiados palestinos. Los ingresos que UNRWA declara
provienen de fondos públicos y esto es un elemento muy importante para entender
lo siguiente: todo lo que recauda la organización (que además emplea a los
propios palestinos) termina en las arcas que controla Hamas, es decir, en la
guerra contra Israel.
La
falta de control y rendición de cuentas hace que esa ayuda humanitaria se
destine no en la población palestina, sino en los túneles que Hamas tiene por
todo Gaza, el material antisemita en las escuelas y en la base de cohetes que
utiliza Hamas y Yihad para atacar a Israel.
También
Hamas recauda impuestos de los gazatíes y recibe el financiamiento de sus dos
socios foráneos más destacados como son Catar e Irán que asiste a los de Hamas
aún siendo estos sunitas. ¿Sabrá UNRWA que mientras exprime fondos públicos
Hamas tiene sus arcas llenas?
Veamos
el caso de UNRWA España: recibe el 66% de sus ingresos de las administraciones
públicas y con un total de ingresos en 2021 que casi llega a los 10.000.000 de
euros destinados, entre otras cosas, a ayudas en efectivo. Hablar de la
ocupación israelí en Gaza, aunque ya Israel no tenga nada que ver desde hace
casi dos décadas, es parte del discurso palestino que viene inmediatamente
acompañado por acusar al sionismo (aunque no sepan qué es el sionismo) de la
pobreza en Gaza.
Los
primeros señalamientos contra la corrupción de Hamas no salen de medios
israelíes como algunos dirán, sino de los propios líderes de la Autoridad
Palestina. Un ministro del gobierno de Ramala, Majdi Al-Saleh, acusó a
Hamas de robo en la obra de infraestructura. De hecho han sido muchas veces los
propios portavoces de Fatah que señalaron que dentro de Hamas había 1.700
millonarios en 2014. Resulta entonces que Gaza no es una cárcel a cielo
abierto, sino un exclusivo resort solo disponible para Hamas y hoteles cinco
estrellas.
¿Cuántas
veces mostraron a los palestinos llorando porque fuerzas israelíes demolían sus
casas y así buscaban argumentar sobre la ya desmentida existencia de un estado
apartheid y de ocupación? Vamos a ver algo de las poco conocidas demoliciones
de Hamas.
En
Gaza, el poder territorial lo controla Hamas. Ellos de buenas a primeras buscan
propiedades y buscan quedárselas porque consideran que son tierras del gobierno
y que deben estar bajo su poder. Para eso, si ya había personas allí antes, los
expulsan y demuelen sus casas. Este es el caso de Rafah, una de las ciudades de
Gaza en donde la propiedad privada puede ser fácilmente desmantelada por Hamas
en caso de que se les ocurra decir que son tierras públicas y gubernamentales.
Escándalos
como estos están también presentes cuando alguno de los países islámicos
promueve ayuda a Gaza: en 2018 algunos informes de prensa denunciaron que
funcionarios de Hamas desviaron los fondos para construcción de viviendas
provenientes del fondo de subvención que Omán había enviado. Estas denuncias
apuntaron a Yousef Ibrahim y a la entrega de estas casas, supuestamente
dirigidas para los palestinos necesitados, a personas cercanas al poder y
muchas de ellas que frecuentan muy seguido los centros gubernamentales de
Hamas. Pero esto no termina aquí.
Hay
testimonios también de que los palestinos de Gaza, bajo la promesa de recibir
casas nuevas, son obligados a salir en cámara para denunciar la inexistente
ocupación israelí y agradecer a quienes envían los fondos como Omán o Catar.
Las cámaras se apagan y las casas nunca llegan.
Sin
embargo, así como no existe tampoco la Franja de Gaza como una villa miseria,
sí existe un buró de millonarios al servicio de las ayudas humanitarias y que
personifican lo realmente rentable de la guerra: los líderes de Hamas son
millonarios. Algunas fuentes del mundo árabe hablan de que los líderes de Hamas
tendrían una fortuna que casi duplicaría a las cuentas de Hamas, es decir, unos
1.200 millones de dólares. Uno de los que mejor le ha ido con la causa
palestina es Ismail Haniyeh, conocido como el propietario.
Los
pobres líderes de Hamas
Nacido
en un campo de refugiados del norte de Gaza, Haniyeh comenzó a aumentar sus
arcas después de 2006 cuando adquirió el título de líder dentro de Hamas,
puesto al que nunca había accedido y que los gazatíes por supuesto no
reconocían. Medios egipcios informaron en 2010 que Haniyeh había pagado una
módica suma de 4 millones de dólares por una parcela en Rimal, un exclusivo
barrio frente a las playas de Gaza y un territorio inaccesible para más del 90%
de los residentes.
El
mismo año en que asaltaron el poder y expulsaron a la AP, hubo un poco claro
incidente familiar cuando el hijo de Haniyeh fue detenido en la frontera
egipcia con una suma de 35 millones de euros que habrían tenido origen iraní. Ismail
inauguró así el recorrido de muchos de los líderes palestinos que han
encontrado también la comodidad revolucionaria muy lejos de las causas que
dicen defender. Años después, los Haniyeh (encabezados por Hazem, hijo de
Ismail) dejaron la Franja para pasar a vivir en Turquía y Catar.
Como
es Egipto quien también mantiene el bloqueo de Gaza, los nombres de quienes
dejan Gaza deben ser aprobados también por el gobierno egipcio y esto guarda un
sentido: Hamas, además de todo, tiene relación con los Hermanos Musulmanes
(enfrentados a Egipto). Los Hermanos Musulmanes, nacidos en Egipto en 1928,
lograron su apogeo en 2011 después de la caída de Mubarak y las revueltas
árabes. Durante esos años, asociados a Hamas, el tráfico y el dinero entre
Egipto y Gaza corrió muy rápido. Fueron años de cierta bonanza para Hamas.
Haniyeh
ya no vive en la Franja de Gaza desde 2019, sino que reside en Turquía y por
estos días se corrió con fuerza el rumor de que su hijo ya tendría la
nacionalidad turca, algo que desconcierta a quienes hablan de la causa palestina
como algo indeclinable.
Otro
que siguió los pasos de Haniyeh fue Khalil Alahia quien era el encargado de las
relaciones entre Hamas y otros países islámicos.
Tanto Haniyeh como otros líderes de Hamas se habrían enriquecido por el cobro
clandestino que hacían del tráfico dentro de los túneles de Gaza. Estos
túneles, además de proveer operatividad para los ataques contra Israel, son
utilizados con frecuencia para el traslado clandestino y el tráfico: armas,
mercancías y también combustible sobre el cual distintos liderazgos de Hamas
retendrían hasta un 30% del tráfico.
Medios
del Líbano informaron sobre esto en 2021 cuando denunciaron la lujosa vida de
los líderes de Hamas y también de la Yihad Islámica Palestina que estaba
calificada como una de las 10 con más dinero según Forbes. Con la Yihad pasó
algo bastante similar. Sheikh Nafz Azzam que se mudó al Líbano y Muhammad
Alhindi que se mudó a Turquía, al igual que Haniyeh, Hay otro nombre
reconocido por vivir de la rentable causa palestina en el extranjero con una
fortuna que superaría los 5 mil millones de dólares: Khaled Mashal.
La
historia de la familia Mashal es uno de los casos más frecuentes en la
corruptela de Hamas: lujosas noches en los hoteles más caros de Doha, Catar.
La buena vida de los Mashal empezó en 2011 en Damasco, Siria, unos meses antes
de que estallara la guerra y con una boda para su hija. Para ese momento, se
habló de que Khaled Mashal había pagado poco más de 2 millones de dólares y que
había conseguido tasas de ocupación en lujos hoteles de casi el 100%. Esto se
interrumpió cuando las relaciones entre Hamas y Al Assad se debilitaron.
Al
explotar la guerra en Siria, enfrentando a los rebeldes con el gobierno de Al
Assad, los activos financieros e inmobiliarios de Hamas en Damasco (500
millones de dólares) estaban en peligro. De a poco, toda la buena vida de Hamas
se fue pasando a Doha, la capital catarí. En 2012, con una fortuna que ya
superaba los 2,6 millones de dólares repartidos entre bancos de Catar y Egipto,
también repartida entre su familia y algunas manos cercanas como Moussa Abu
Marzook quien era el supervisor de las cuentas fuera de Gaza, especialmente
Siria.
En
Qatar hubo un episodio que tensionó a Mashal con el resto de los liderazgos de
Hamas: cuando se perdieron, por arte de magia, 12 millones de dólares que
aparentemente habrían estado en una caja de seguridad.
En
2012, unos años antes de la escalada entre Hamas e Israel, el Hotel Sheraton
Doha fue el lugar que eligió Mashal para unas vacaciones de dos semanas
costando más de 2 millones de riales cataríes y con algunas dudas sobre quién
fue el que pagó la factura.
Hace
mucho tiempo que corresponde exigirle a Hamas la factura por todo el dinero que
ingresa a la Franja de Gaza, que rindan cuentas por lo que hacen y no hacen
también con fondos públicos que pagan ni más ni menos que ciudadanos de todos
los países adheridos a UNRWA.
Si
apelan a la solución de los dos estados, ¿por qué seguimos con eso de que sean
los organismos internacionales y la ayuda humanitaria la que subsidie la buena
vida de Hamas, sus cohetes y los atentados que ocurren contra los civiles
israelíes? Esa creo que es la pregunta.
Si
los líderes de Hamas deciden condenar al pueblo y sostener una causa ya
indiferente en el mundo árabe es justamente por la rentabilidad que esa causa
genera: ¿quién de ellos podría estar molesto con una causa que arroja millones
de dólares sin control alguno?
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