Otra vez la red clandestina iraní
Las interpretaciones sobre política internacional quedan al
margen cuando las causas judiciales avanzan y se logran reunir una serie de
elementos que demuestran algo que, en las sombras, se conoce. La pista iraní en
los ataques a la AMIA de 1994, como la participación de grupos islámicos en el
atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires 1992, no solo es válida desde
la interpretación sino que también ha sido demostrada en distintos dictámenes
esgrimidos por la Unidad Federal de Investigación, UFI AMIA, desde su
reestructuración a partir del 2004. En
todos esos años, la justicia argentina pudo identificar hasta el nombre del
ciudadano libanés que condujo el vehículo suicida que impactó sobre el ingreso
al edificio de calle Pasteur 633 el 18 de julio de 1994 a las 9:53.
La exportación de la
Revolución Islámica
Desde 1979 en la República Islámica de Irán, nombre oficial del país, se
impone un régimen teocrático fiel al chiismo y en base al pensamiento político
y religioso de sus principales líderes supremos: el Ayatollah Khomeini y el
actual Ayatollah Khamenei. Uno de los pilares de la teocracia iraní es el
sostenimiento de la exportación de la Revolución por sobre el resto de los
países de la región para reforzar el tan ansiado proyecto de la media luna
chiita que compone los principales escenarios proxys: Siria en donde están los
alauitas, una facción dentro del chiismo; en Irak con quien ha tenido una
cruenta guerra entre 1980 y 1988 y en el Líbano con la formación y financiación
del grupo terrorista Hezbollah creada en 1982 durante la guerra civil
libanesa.
Oriente
Medio es, al igual que hace décadas, un escenario de profunda transformación y
constantes cambios muchos de ellos aún inconclusos desde las revueltas árabes
de 2011. En muchos países, la caída de las dictaduras devinieron en el ascenso
de grupos islámicos radicales, descontrol en la tráfico de armas y el armamento
de grupos terroristas que responden a los grupos del islamismo. Casos como
Libia o Yemen desnudan la fragilidad e impotencia de las estructuras
institucionales y estatales que no pudieron o no quisieron absorber las nuevas
demandas políticas emanadas de una sociedad harta de la represión y los
centralismos de las dictaduras árabes.
Volviendo
a Irán, la exclusividad de sostener grupos insurgentes y terroristas para
alimentan las rivalidades se debe, especialmente, a una puja contra sus
principales rivales o competidores árabes, como Arabia Saudí, y otros como el
Estado de Israel sobre el que ha expresado las peores ideas y dichos
antisemitas y deshumanos refiriendo no solo a la desaparición del Estado sino a
la directa eliminación del pueblo judío. En
la contienda sobre el escenario geopolítico actual lejos están las históricas y
clásicas disputas entre Israel y árabes para adoptar ahora un escenario
tripartito en donde los árabes han comprendido el beneficio de acercarse a
Israel para intentar evitar un mayor expansionismo de los persas que, además,
cuentan con tecnología nuclear.
La ruta del avión YV3531
El 14 de mayo de
2022 el 737 YV3531 3B3M de Emtrasur (Empresa de Transporte de Aerocargo del
Sur) aterrizó en Ciudad del Este, Paraguay, sin levantar sospechas y continuó
su ruta hasta Aruba con un cargamento de más de 700.000 dólares en cigarrillos.
Hasta el momento, una operación que podría aparentar simplemente como
comercial, despertó alertas en Aruba por el país de procedencia: un punto clave
para el crimen organizado y el terrorismo como Ciudad del Este y la Triple
Frontera, ese espacio repartido entre Brasil, Argentina y Paraguay. La
tripulación se alojó en el Hotel Dazzler, también en Ciudad del Este.
A partir de la alerta emitida desde Aruba, las autoridades comenzaron a
trabajar en una línea de hipótesis que alertaba sobre las fachadas legales que
el terrorismo ligado a Irán y la exportación de la Revolución por fuera,
incluso, de las zonas de Oriente Medio. Esto último es coincidente, casi en su
totalidad, con el dictamen de la UFIAMIA del 2013, firmada por Alberto Nisman,
donde se establece la conexión local de agentes iraníes que habían logrado
penetrar en el país luego de 1982 y que hicieron uso de actividades legales y
legítimas, como comerciales, religiosas y hasta caritativas, para esconder las
confabulaciones criminales.
Ante esta situación, el gobierno paraguayo, a través de la Dirección Nacional de Aeronáutica (DINAC) resolvió el apartamiento de dos funcionarios por la omisión de que en el avión iban 11 tripulantes venezolanos y otros 7 iraníes. En simultáneo, la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) habría también iniciado actuaciones pero las mantuvo en secreto para no violar ninguna normativa de inteligencia. La ruta iba a continuar, el 6 de junio, partiendo desde Querétaro, México, teniendo que hacer un aterrizaje imprevisto en Argentina.
De esta forma, el 6 de junio, el vuelo del
737 que se dirigía al Aeropuerto Ministro Pistarini, Buenos Aires, debe
desviarse para aterrizar por adversidad climática en Córdoba, también
Argentina. Anteriormente, gracias a una alerta emitida por la inteligencia
paraguaya, el avión fue desviado e impedido su ingreso a Brasil. Al principio
se estipuló con la posibilidad de que en Córdoba solo hubiera sido un estacionamiento
limitado, sin embargo, al poco tiempo, se conoció una fotografía donde se ve al
737 con sus puertas abiertas. Esta foto, conocida luego de la retención en
Ezeiza, engendró mayores sospechas dadas las posibilidad de carga o descarga o
arribo o desembarco de tripulación.
Falto de combustible, el avión aterrizó en Ezeiza el día 8 de junio luego de transitar con aparente normalidad. Esta falta generó un cambio en los planes de la tripulación iraní dado que por las sanciones que pesan sobre Conviasa, empresa venezolana, y las iraníes, como Mahan Air, la reposición de combustible fue imposible y ese mismo día intentó una frustrada partida hacia Montevideo. Esto despertó, al igual que con Brasil, la encendida de las alertas en Uruguay y la negativa a abordar el espacio aéreo uruguayo debiendo la nave retornar, casi inmediatamente, a Buenos Aires donde quedaría retenido hasta hoy en día.
A partir del 9 de junio, entra tanta
incertidumbre y sospechas, había algo claro: la República Argentina omitió o no
se dio por aludido en las alertas promovidas por Brasil y Paraguay días antes.
Fueron solo 48 horas después que se difundió una primera lista que contenía los
principales nombres y apellidos de la tripulación compuesta por esos 11
venezolanos y 7 iraníes que habían desembarcado en la Triple Frontera que tenía
discrepancias con la segunda lista que se difunde horas después. Las
principales inconsistencias eran que en la segunda lista no se encontraban los
nombres de cinco iraníes que sí se encontraban en la primera así como otros
tres nombres que solo aparecen en la segunda; es decir, la lista de tripulantes que partió desde Querétaro no
coincidía con la lista de tripulantes que llega a Ezeiza el 8 de junio.
Frente a estas primeras sospechas, se corroboró que ninguno de los tripulantes tuvieran conexión con los implicados por la justicia argentina de los ataques a la embajada de Israel y a la mutual AMIA durante la década de los noventa. Habiendo resultado negativa la primera investigación y sin coincidencias con las circulares rojas de Interpol, la clave estaría en desentrañar el trasfondo de la aeronave cuyo antecedente cercano en Ciudad del Este y la apertura de sus compuertas en Córdoba generaba sospechas.
Gholamreza Ghasemi: la conexión con las Fuerzas Quds
Ghasemi es uno de los nombres de los tripulantes iraníes que está presente en las dos listas difundidas. La conexión con las Fuerzas Quds de Irán radica que, desde mayo de 2022, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, sancionó una red de contrabando de petróleo que financiaba tanto a los Quds como a la agrupación libanesa cobijada por Irán, Hezbollah. La red estaba dirigida por Behnam Shariyari y asociado a Rostam Ghasemi y tiene conexión comprobadas, según fuentes estadounidenses, con organismos rusos, sedes en Europa, Asia y China. La conexión con Líbano y el contrabando de petróleo para evitar las sanciones se hace a través de Screen Sal Of Shore, con sede en el Líbano, facilitando acuerdos con la organización del Partido de Dios y las Fuerzas Quds a través de Muhammad Qasim-Al Bazzal y Muhammad Qasir.
Las Fuerzas Quds también son encargadas de soportar, transferir y proveer armamento a grupos armados en Oriente Medio en el marco de la utilización de la violencia, y su fomento, como legítima forma de conseguir sus objetivos en política exterior y lograr la exportación de los preceptos islámicos revolucionarios implantados en 1979. Algunos hechos del pasado hacen sospechar, aún con más fuerza, el paso de los tripulantes iraníes en territorio argentino que en los últimos 30 años sufrió dos atentados ligados a los grupos radicales islámicos. El primero es que, en medio de la guerra civil afgana, las Fuerzas Quds importaron grandes cantidades de armamentos desde el Aeropuerto Internacional de Dushanbe, en Tayikistán, hacia aeropuertos con deficientes estructuras y escasos controles de seguridad como los aeropuertos de Shepperto y Shabergan. Existen fuentes abiertas de información que indican que Ghasemi, el tripulante iraní retenido en Buenos Aires, habría participado de estas operaciones y conseguido rédito de las "mesas revolucionarias". Es la misma fuente que afirma que, posteriormente, Ghasemi fue contratado por Mahan Company, de donde fue comprada o rentada la aeronave utilizada por Emtrasur, para convertirse en piloto comercial en vuelos que realizaban transferencias de municiones al Líbano, Siria y Yemen.
Las operaciones engaño en las Fuerzas Quds, en las que se incluye según fuentes locales a Ghasemi, son parte integral de una maquinaria orquestada por Irán para eludir las sanciones y evitar bajas como las que ha cometido las fuerzas saudíes en Yemen o las fuerzas israelíes en Siria. Durante la guerra en Siria, operaciones de engaño con documentación falsa permitieron los vuelos entre Irán y Siria permitieron el momentáneo éxito del envío de armamento y una reducción en los ataques enemigos sobre objetivos militares persas.
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