"El Hirak argelino de 2019 y su cobertura por parte de los medios franceses” conferencia a cargo de Akram Belkaïd
Ocho
años después de las protestas mediáticamente conocidas como Primaveras Árabes,
ha tenido lugar una súbita revuelta masiva en Argelia que fue denominada como
Hirak y que ha descubierto el hartazgo sistémico y la divergencia de emociones
y sentimientos frente a esa posibilidad de cambio por parte de los argelinos.
Desde su perspectiva, en palabra del conferencista, que las protestas lograran
instalar una democracia plena era una quimera aunque se aspiraba a comenzar una
transición realista hacia ella.
El primer objetivo formal ha sido
lograr la renuncia a un quinto mandato por parte del presidente argelino de
aquel entonces, Abelaziz Buteflika, que estaba decidido a buscarlo en las
elecciones de abril de 2019. Esto demuestra, a priori, que efectivamente las
protestas del 2011 han dado inicio a un proceso de transformación inconcluso y un
cimbronazo en los sistemas políticos en la región MENA y que las redes sociales
continúan afianzándose como vehículos o tecnologías disruptivas que permiten
sortear las restricciones y limitantes que los regímenes disponen.
Cuando el Ejército instó al
presidente a una renuncia pública, el resto de las causas que motivaron las
protestas emergieron: las protestas buscaban, además, una serie de
modificaciones a la estructura imperante desde 1962 y que ya había llegado a un
punto máximo de intolerancia de los argelinos. La evolución tecnológica para la
región MENA es uno de los aspectos más importantes dado que permite un
seguimiento mayor de los acontecimientos por el mejor acceso a la información y
porque brinda espacios de discusión en los dispositivos electrónicos para los
ciudadanos que se lancen a las protestas.
Una vez mermadas las protestas, la
falta de credibilidad de los argelinos en el sistema político ha hecho que sea
muy difícil, o imposible, poder sostener una viable transición hacia un esquema
democrático como se suele considerar desde Occidente con la vista puesta en la
fortaleza de los partidos políticos, la maquinaria institucional y la rendición de cuentas de los gobernantes
como atributos de importancia. Hasta el momento, también sometido a la
represión y horizontalidad del Hyrak, los jóvenes argelinos no han logrado
encausar las protestas hacia canales institucionales convencionales.
De esta forma, particularmente,
considero que los países de la región MENA que busquen la transición hacia la
democracia por medio de movimientos horizontales, sin liderazgos definidos,
deberán enfrentarse a la complejidad de reconstruir previamente un régimen
político que le permite constituir la naturaleza de los sistemas que, a futuro,
se edificarán. Otra de las demostraciones de las revueltas árabes de 2011 es
que esos movimientos horizontales terminan, a la largo, fundiéndose en
contextos de descreimiento de los sistemas políticos y cierto escepticismo para
las aperturas democráticas.
Respecto a la cobertura de los
medios franceses, es importante destacar las dificultades y las nuevas
condiciones respecto a las nuevas tecnologías que los medios franceses tienen
para cubrir los principales eventos de Argelia.
Sobre esto, el conferencista ha señalado dos aspectos: primero, que
cualquier nacional francés precisa actualmente de un visado para ingresar a
Argelia y los periodistas franceses no serán, lógicamente, la excepción. Esto
implica limitantes burocráticas, de tiempo y el peligro de que el visado no se
entregue para llegar a cubrir la nota.
El segundo de los aspectos es que
hay un mayor interés, por parte del poder argelino, en los medios franceses e
internacionales y no tanto en los locales. Los medios internacionales suelen
ser vistos como plataformas de legitimación, o búsqueda de ella, por parte de
los regímenes que pretendan ganar la opinión pública internacional y gozar de
cierta inmunidad frente a las críticas o denuncias que puedan provenir desde el
exterior.
Para el caso de la cobertura del
Hirak, al principio de las protestas la indiferencia ha marcado la cobertura de
los principales medios franceses. Motivada por las distancias y limitaciones
señaladas entre Francia y Argelia, la cobertura inicial demostró la falta de
estructuras y valoración de la corresponsalía en el extranjero por parte de las
principales agencias.
Uno de los tantos datos curiosos que
arrojó la conferencia fue el tratamiento sobre las protestas en Argelia y su
comparación con los Chalecos Amarillos. En este sentido, la cobertura de los
principales acontecimientos en ambos países había repercutido entonces en
públicos sujetos a las migraciones y asentamientos de los argelinos en Francia
que son un número importante y tienen impacto en la vida política francesa pero
también en la formación de opinión pública.
Al presente, la pandemia de 2020 ha
interrumpido el flujo de las manifestaciones y el régimen argelino ha
endurecido la represión: según datos aportados por el conferencista de los 300
detenidos a partir del inicio de las protestas, donde también hay periodistas,
puede extraerse que esa indiferencia o credibilidad casi nula de los argelinos
sobre el sistema político se explica también por la fuerte represión y censura
que los regímenes imprimen sobre sus poblaciones una vez que estas deciden
volcarse a las protestas.
Por último, en tanto a su cobertura
por parte de medios franceses, ha vuelto a una etapa inicial de
indiferencia explicada también por el
cansancio y la fatiga que los temas generan una vez extendidos en el tiempo y
porque existen temas más candentes y que llevan a una cobertura inmediata.
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